Los pecados contra el Espíritu Santo, según Santo Tomás – ¿Un pecado sin perdón?

El Doctor Angélico esclarece, a la luz de las Escrituras y de la doctrina de los Santos Padres, una cuestión de innegable interés: la blasfemia contra el Espíritu Santo, pecado que el Señor misteriosamente caracterizó como «imperdonable».
La devoción de los primeros viernes de mes – Promesa de un Corazón abrasado de amor

¿Quién rechazaría un billete de lotería con premio garantizado…? Seríamos capaces de someternos a las exigencias más duras para conquistarlo. Pues bien, ¡he aquí el boleto premiado que nos es ofrecido por Dios mismo!
El misterio de la Sagrada Eucaristía

Conviene que todos los fieles se den cuenta de que su principal deber y su mayor dignidad consiste en la participación en el sacrificio eucarístico, de un modo tan intenso y activo, que estrechísimamente se unan con el Sumo Sacerdote.
Correspondencia generosa al Espíritu Santo

Con razón, afirma San Bernardo: «Al venir a Ella el Espíritu Santo, la colmó de gracia para sí misma; al inundarla de nuevo el mismo Espíritu, Ella se hizo superabundante y rebosante de gracia también para nosotros».
El sacramento de la Confirmación – ¡Una Iglesia de soldados!

«Evangelio» y «combate»; «apóstol» y «soldado»; «cristiano» y «militante»… Tales conceptos pueden, a oídos de mucha gente, sonar antagónicos. Sin embargo, el fuerte vínculo que los une está sellado por un gran sacramento de nuestra fe.
Paradigma de maternidad

En María, Eva vuelve a descubrir cuál es la verdadera dignidad de la mujer, de su humanidad femenina. Y este descubrimiento debe llegar constantemente al corazón de cada mujer, para dar forma a su propia vocación y a su vida.
Una Luz Viva

En la Sagrada Escritura abundan los relatos edificantes de mujeres santas, como Ana, la perseverante madre de Samuel; Isabel, madre fiel de Juan el Bautista; y especialmente la Virgen María, Madre del Verbo humanado. En los ejemplos mencionados, principalmente en Nuestra Señora, la santidad fue inseparable de la maternidad. Por su sí incondicional a la […]
¡Valió la pena haber llorado!

Hay «tiempo para llorar», pondera el Eclesiastés, y hay llantos para cada tiempo, podríamos completar. Las lágrimas forman parte de la vida humana después del pecado original, y a veces se revisten de un carácter sobrenatural. ¿Cómo?
La cátedra indestructible

La confesión de fe de Pedro, inspirada por el Padre de las luces, hace de la Iglesia una roca inquebrantable, contra la cual romperán las arrogantes olas del error. Ningún hombre podrá destruirla ni sacudirla siquiera, porque Cristo la fundó.
Cuaresma: “recuerda que eres polvo y al polvo volverás”

Que el camino cuaresmal produzca cambios de actitud, tan necesarios en el mundo de hoy rumbo al orden y la paz, no solo en la familia, sino y especialmente, en la sociedad.