Los Heraldos del Evangelio se esfuerzan diariamente por llevar el mensaje del Evangelio a todos los hombres, pero especialmente a los jóvenes, tocando sus corazones por medio de la belleza “que salvará al mundo”.
El apostolado de los Heraldos del Evangelio es polifacético y abarca una amplia gama de actividades.
En todos los empeños evangelizadores de los Heraldos, e incluso en su día a día, la perfección es la nota que prevalece, según el carisma. Estas pueden abarcar desde actividades pastorales, devociones, formación católica hasta música y esplendor en la liturgia.
En su tercera aparición en Fátima, la Santísima Virgen pidió la práctica de las Comuniones reparadoras.
La devoción mensual organizada por los Heraldos del Evangelio, cumple todos los requisitos que Nuestra Señora pidió. Realizándola con el deseo de consolar al Corazón Inmaculado de María y dar paso al triunfo de Su Corazón Inmaculado.
La liturgia es el culto más importante que la Santa Madre Iglesia puede ofrecer a Dios.
Con perfección y reverencia, los Heraldos del Evangelio embellecen la liturgia para hacer presente la sublimidad que tiene lugar durante su celebración.
Inspirados por las palabras de Nuestra Señora en Fátima, los Heraldos del Evangelio organizan, en coordinación con el párroco, una consagración de la parroquia al Inmaculado Corazón de María.
Esto tiene lugar en una celebración de la Sagrada Eucaristía con una solemne coronación de la Imagen Peregrina del Inmaculado Corazón.
Los Heraldos del Evangelio tienen a María Santísima como pilar de su espiritualidad, como enseña San Luis de Montfort en la Verdadera Devoción.
Y a través de una serie de clases de un mes de duración (online o charlas), los Heraldos del Evangelio explican y facilitan esta importante devoción a los fieles.
La Misión Mariana es una forma única de apostolado de los Heraldos del Evangelio.
Las Misiones Marianas se inician a nivel parroquial, normalmente a petición del párroco. La Misión consiste en la disponibilidad diaria de los Sacramentos (Confesión y Santa Misa), charlas de formación y una variedad de devociones.
Al final de la misión, la Parroquia es consagrada al Inmaculado Corazón de María por el párroco.
“¡Ay de mí si no predicara el Evangelio!”. (1 Cor. 9:16)
Los Heraldos del Evangelio ayudan a diversas comunidades y ministerios mediante charlas de formación católica.
El Oratorio del Inmaculado Corazón de Nuestra Señora de Fátima es único para los Heraldos del Evangelio.
Tras formar un grupo de treinta familias, el Oratorio peregrina cada día de una familia a otra. Durante la estancia del Oratorio en una casa, la familia se reúne para rezar el Rosario ante el Oratorio.
La Plataforma RECONQUISTA le hace disponible cursos de formación Católica para fortalecer su fe, aumentar su esperanza, su amor a Dios y al prójimo.
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