Devoción del Primer Sábado de Mes

Un pedido maternal de la Santísima Virgen María a Sor Lucía de Fátima resuena hasta el día de hoy en todo el mundo católico:
¡hagamos reparación al Corazón de nuestra Madre, tan herido por los pecados de la humanidad!

¿Por qué la devoción del Primer Sábado?

En su tercera aparición en Fátima, el 13 de julio de 1917, la Santísima Virgen pidió que se hicieran Comuniones de reparación los primeros sábados durante cinco meses consecutivos.

La Santísima Virgen se apareció de nuevo a Sor Lucía el 10 de diciembre de 1925, en el convento de las hermanas Doroteas de Pontevedra, España, con el Niño Jesús, diciendo:

“Mira, hija mía, mi Corazón rodeado de espinas con las que los hombres ingratos se clavan a cada instante con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, trata de consolarme, y di a todos los que [practican] la [Devoción] del primer sábado que prometo asistirlos en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación de sus almas“.

Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía la razón de los cinco sábados: “Hija mía, la razón es sencilla: hay cinco clases de ofensas y blasfemias contra el Inmaculado Corazón de María:

  • Blasfemias contra la Inmaculada Concepción
  • Contra su virginidad;
  • Contra Su Maternidad Divina y, al mismo tiempo, negarse a reconocerla como madre de los hombres.
  • La blasfemia de los que pretenden sembrar en el corazón de los niños la indiferencia, el desprecio o incluso el odio hacia esta Madre Inmaculada
    Los que la insultan directamente en sus Sagradas Imágenes”. (Cf. Memórias e Cartas da Irmã Lúcia, Porto, 1973).

Atendiendo al apelo de la Santísima Virgen

Aunque muchos no quisieron oír las palabras de Nuestra Señora en Fátima, su llamamiento se renueva para cada uno de los que llevan el título de hijos de María.

Los Heraldos del Evangelio desean la inmensa gracia de ser contados entre sus hijos y auténticos devotos.
Por eso, desde hace casi veinticinco años, renuevan mensualmente la devoción pedida por la Santísima Virgen, con el objetivo no sólo de reparar las ofensas cometidas contra Ella, sino también, de alguna manera, de “anticipar” el triunfo de su Corazón Inmaculado.

La Devoción del Primer Sábado, promovida por los Heraldos del Evangelio en diversas parroquias, cumple íntegramente todas las condiciones señaladas por la Virgen. Estas son:

  • Confesión.
  • Comunión.
  • Rezo de las cinco decenas del Rosario.
  • Meditación de quince minutos sobre los misterios del Rosario.

Todo ello con la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.

Además, algo único de los Heraldos del Evangelio, durante el acto de reparación de los Primeros Sábados se realiza una magnífica coronación de la Imagen Peregrina del Inmaculado Corazón de Nuestra Señora de Fátima. Esta ceremonia es iniciativa de Monseñor João Scognamiglio Clá Dias, fundador de los Heraldos del Evangelio.

Esta coronación pretende representar la ceremonia que se celebra en el Cielo proclamando a María como Reina de toda la creación, a la espera del día glorioso, prometido por Ella a los tres pastorcitos, en que su reinado se instaurará sobre la faz de la tierra.

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