Los Heraldos del Evangelio están al servicio de la Iglesia. Anuncian el Evangelio a todas las clases sociales, trabajan en parroquias, hogares y escuelas.
Actúan en los más diversos medios sociales y culturales, entre los profesionales, entre la clase obrera, en el mundo del deporte, en el mundo de la televisión y de la radio, en los hospitales, en las residencias de ancianos, en los barrios marginales, en las cárceles, en cualquier lugar donde puedan llevar consuelo, aliento y esperanza.