¿Quiere vencer las tentaciones?
¿Reacción «oso polar» u «oso negro»? La elección está en sus manos… Pero tal vez le ayude leer primero este artículo.
¿Reacción «oso polar» u «oso negro»? La elección está en sus manos… Pero tal vez le ayude leer primero este artículo.
¿Quién, de entre los hijos de Adán, está exento de defectos? Taras físicas, lagunas morales, deficiencias de carácter… A alguna debilidad, ¡todos están sujetos! Todos, excepto María.
Entre sus filas, la familia dominica cuenta con un sol de incomparable grandeza. A este astro le cupo beneficiar a la Iglesia con la luz de su enseñanza y, sobre todo, con el calor de su santidad.
Con habilidad poética e insuperable ortodoxia, Santo Tomás de Aquino legó a la posteridad, en una breve antífona, la explicitación de la doctrina y del misterio inefable contenidos en el augusto sacramento del amor.
Considerar el carácter correctivo o punitivo del sufrimiento es bastante razonable: ¿cómo explicar, no obstante, la prueba que le sobreviene al inocente?
Horno ardiente de caridad, tan necesitado como dadivoso, el Sagrado Corazón de Jesús espera de cada hombre por Él redimido un «sí» a su llamamiento.
Hay en ella hermosos aspectos que merecerían ser destacados. Sin embargo, a partir de un pormenor de su constitución podemos reflexionar sobre ciertas actitudes nuestras.
Cuando “la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros”, una nueva era comenzaba. Con la efusión de su Preciosísima Sangre, Jesús trajo a la Tierra una innovadora perspectiva de las relaciones entre el Creador y la humanidad, y entre los hombres consigo mismos. La misericordia venció a la justicia.
Embajador de Dios ante María Santísima, San Gabriel alcanzó el ápice de arrobamiento por Ella y, desde la eternidad, vela por que las almas sean atraídas a su maternal protección.
«Precisamos de nuestra reputación para ejercer con fruto el apostolado; no podemos ni debemos permanecer bajo el lastre de una calumnia. Necesitamos que se nos haga justicia para mayor gloria de Dios».