El combate contra el demonio
En un mundo cada vez más familiarizado con la dramática realidad de la guerra, el católico puede llegar a olvidar que las contiendas más serias de la vida no son las que se libran con armas y enemigos físicos.
Apariciones de La Salette – Señora, ¿por qué lloráis?
En la tarde del 19 de septiembre de 1846, dos pastores vieron a una Señora de resplandeciente belleza. Ella no ocultaba sus lágrimas. ¿Qué las provocaba?
La Iglesia, maestra de la civilización
En el siglo iii de nuestra era, Roma afrontaba una terrible decadencia hacia su inevitable crepúsculo. ¿Desaparecería finalmente esa civilización?
La medalla de San Benito – Un exorcismo acuñado en medalla
A partir de Alemania, donde fue acuñada por primera vez, la devoción a la medalla de San Benito se extendió rápidamente por toda la Europa católica, siendo considerada por los fieles una segurísima defensa contra las embestidas infernales.
Los pecados contra el Espíritu Santo, según Santo Tomás – ¿Un pecado sin perdón?
El Doctor Angélico esclarece, a la luz de las Escrituras y de la doctrina de los Santos Padres, una cuestión de innegable interés: la blasfemia contra el Espíritu Santo, pecado que el Señor misteriosamente caracterizó como «imperdonable».
Papa Marcelo II – Lecciones de un corto pontificado
«Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así que, ya vivamos ya muramos, somos del Señor».
La devoción de los primeros viernes de mes – Promesa de un Corazón abrasado de amor
¿Quién rechazaría un billete de lotería con premio garantizado…? Seríamos capaces de someternos a las exigencias más duras para conquistarlo. Pues bien, ¡he aquí el boleto premiado que nos es ofrecido por Dios mismo!
El sacramento de la Confirmación – ¡Una Iglesia de soldados!
«Evangelio» y «combate»; «apóstol» y «soldado»; «cristiano» y «militante»… Tales conceptos pueden, a oídos de mucha gente, sonar antagónicos. Sin embargo, el fuerte vínculo que los une está sellado por un gran sacramento de nuestra fe.
¡Valió la pena haber llorado!
Hay «tiempo para llorar», pondera el Eclesiastés, y hay llantos para cada tiempo, podríamos completar. Las lágrimas forman parte de la vida humana después del pecado original, y a veces se revisten de un carácter sobrenatural. ¿Cómo?
Sobre el subjetivismo
Hoy la idea de verdad es sustituida por la de cambio, de progreso, de consenso… es la persona individual quien «crea» la verdad, quien establece lo que es verdadero y lo que es falso, lo que es bueno y lo que es malo.