Perfume que sube hasta mi trono
Un día, en el noviciado, cuando la madre maestra me había destinado a la cocina de las niñas, me afligí mucho por no estar en condiciones de cargar con las ollas, que eran enormes. Lo más difícil para mí era escurrir las patatas; a veces, tiraba la mitad de ellas. Al mediodía, durante el examen …