El combate contra el demonio
En un mundo cada vez más familiarizado con la dramática realidad de la guerra, el católico puede llegar a olvidar que las contiendas más serias de la vida no son las que se libran con armas y enemigos físicos.
El futuro pasa por las cuentas del Rosario
El rosario es una práctica piadosa de inmensa eficacia para la santificación personal y colectiva. Rezándolo con devoción se obtienen gracias especialmente fructíferas, que culminarán en la victoria del bien.
Apariciones de La Salette – Señora, ¿por qué lloráis?
En la tarde del 19 de septiembre de 1846, dos pastores vieron a una Señora de resplandeciente belleza. Ella no ocultaba sus lágrimas. ¿Qué las provocaba?
Santiago, el Primer Apóstol Martirizado
Santiago es uno de los doce Apóstoles de Jesús; hijo de Zebedeo. El y su hermano Juan fueron llamados por Jesús mientras estaban arreglando sus redes de pescar en el lago Genesaret. Santiago Apóstol ha preparado el camino para que el mundo reconozca a la Virgen Santísima como «Pilar» de nuestra Iglesia.
La medalla de San Benito – Un exorcismo acuñado en medalla
A partir de Alemania, donde fue acuñada por primera vez, la devoción a la medalla de San Benito se extendió rápidamente por toda la Europa católica, siendo considerada por los fieles una segurísima defensa contra las embestidas infernales.
Los pecados contra el Espíritu Santo, según Santo Tomás – ¿Un pecado sin perdón?
El Doctor Angélico esclarece, a la luz de las Escrituras y de la doctrina de los Santos Padres, una cuestión de innegable interés: la blasfemia contra el Espíritu Santo, pecado que el Señor misteriosamente caracterizó como «imperdonable».
La devoción de los primeros viernes de mes – Promesa de un Corazón abrasado de amor
¿Quién rechazaría un billete de lotería con premio garantizado…? Seríamos capaces de someternos a las exigencias más duras para conquistarlo. Pues bien, ¡he aquí el boleto premiado que nos es ofrecido por Dios mismo!
El misterio de la Sagrada Eucaristía
Conviene que todos los fieles se den cuenta de que su principal deber y su mayor dignidad consiste en la participación en el sacrificio eucarístico, de un modo tan intenso y activo, que estrechísimamente se unan con el Sumo Sacerdote.
Correspondencia generosa al Espíritu Santo
Con razón, afirma San Bernardo: «Al venir a Ella el Espíritu Santo, la colmó de gracia para sí misma; al inundarla de nuevo el mismo Espíritu, Ella se hizo superabundante y rebosante de gracia también para nosotros».
El sacramento de la Confirmación – ¡Una Iglesia de soldados!
«Evangelio» y «combate»; «apóstol» y «soldado»; «cristiano» y «militante»… Tales conceptos pueden, a oídos de mucha gente, sonar antagónicos. Sin embargo, el fuerte vínculo que los une está sellado por un gran sacramento de nuestra fe.