«Ven y sígueme»: el ideal de todo cristiano

Por el Bautismo, Cristo nos traza una única meta: seguirlo radicalmente. Nos toca a todos, sin excepción, responder a su invitación con santidad y perfección, discerniendo cada cual el modo deseado por Dios para hacerlo.

María: esplendoroso desquite de Dios

El monte Carmelo armoniza simbólicamente el pináculo de la respuesta divina contra el mal y la fe inquebrantable en la realización de la promesa más dulce y sublime: la Encarnación del Verbo en el seno purísimo de la siempre Virgen María. Evangelio de la Fiesta de Nuestra Señora del Carmen En aquel tiempo, 46 todavía estaba […]