El sacerdocio, antes y después de Cristo
Parecería imposible que hubiera mayor sublimidad que la del sacerdote de la antigua ley: ser el puente entre lo finito y el Infinito, entre el tiempo y el Eterno, entre lo miserable y la Misericordia. Pero las manifestaciones de la dadivosidad divina siempre se superan…
Misión Mariana- Hudson 2025
En una misión mariana de una semana, los Heraldos del Evangelio ayudaron a las familias de Massachusetts con la presencia de Nuestra Señora.
Padre espiritual de bondad sin límites y sabiduría
Más que en su acción pública, era en la intimidad donde se manifestaba un aspecto impar de la grandeza del Dr. Plinio. Su bondad sin límites y su profunda sabiduría, unidas a numerosos atributos más, hacían de él el mejor de los padres.
¡Amor sin medida a la Santa Madre Iglesia Católica!
El norte y la brújula de la vida del Dr. Plinio fue la Iglesia Católica. A ella se unió, con ella sufrió y con ella esperó los días de la glorificación.
¡Plinio Corrêa de Oliveira está vivo!
El Dr. Plinio pasó toda su existencia anhelando el Reino de María. No obstante, la Providencia quiso llevárselo de esta vida antes de que pudiera comprobar su implantación en la tierra… ¿Habrá fallado la promesa?
Consejos para alcanzar la santidad
Al escribir, hacia 1940, un memorando sobre la vida espiritual, el Dr. Plinio tejió proficuos comentarios que, lejos de ser meras normas abstractas, son el resultado de las experiencias vividas en el fragor de la batallas interiores, rumbo a la santidad.
Heraldos en África- Consagración 9.2025
Tras el curso online de 33 días, las familias de Mozambique, África, hicieron su consagración en la Iglesia de Nuestra Señora Puerta del Cielo.
En Doña Lucilia, ¡es muy fácil confiar!
En el mundo actual, a menudo nos enfrentamos a dificultades y problemas cuya solución se encuentra más allá de nuestras capacidades. En esos casos la única salida es rezar y confiar.
¿Dos formas de «ser dios»?
Uno mata, el otro vivifica; uno, para dar, exige sangre, el otro nos ha dado su propia sangre. Detrás de uno, el humo negro; detrás del otro, un Cielo de luces.
¡No sea loco!
¿Se puede, realmente, clasificar al género humano en dos categorías: la de los sabios y la de los locos? Lea y opine.