San Miguel Arcángel – El protector de la Santa Iglesia
Siempre de un celo extremo en defensa del honor divino, San Miguel nunca deja, asimismo, de proteger al Cuerpo Místico de Cristo, sobre todo en los momentos de mayor peligro.
Siempre de un celo extremo en defensa del honor divino, San Miguel nunca deja, asimismo, de proteger al Cuerpo Místico de Cristo, sobre todo en los momentos de mayor peligro.
Quien visita la capilla de la Rue du Bac, de París, donde la Santísima Virgen se apareció, se siente envuelto por una intensa impresión de paz, de calma, de cielos abiertos, como si no existieran obstáculos entre la tierra y la feliz eternidad.
Margarita brilló en la Historia de Inglaterra por su virtud y su fe, aun cuando el injusto odio del cismático Enrique VIII encontró en ella una víctima y enemiga a la que destruir.
La pequeña María estaba radiante de alegría al saber que aquel día sería consagrada al servicio de Dios. Su entrega como ofrenda inmaculada, hecha por Joaquín en las manos de Simeón, clamaba por la venida del Mesías esperado.
No se conservan los originales, ni muchas de las copias siguientes, de los setenta y tres libros de la Biblia. Entonces, ¿cómo puede haber llegado hasta nosotros intacta la Palabra de Dios contenida en ellos?
La encantadora historia de Tobías nos muestra que hay un ángel, digno representante de la maternidad y de la providencia divinas, cuya protección está siempre a nuestro alcance y que desea mucho convivir con nosotros.
Dominada por el culto a la velocidad, la vida actual hace difícil el cumplimiento del Tercer Mandamiento de la Ley de Dios. Sin embargo, hoy más que nunca abundan los motivos para dedicarle un día al Creador.
El hombre contemporáneo vive bajo la amenaza de un eclipse de la conciencia, el cual lleva al oscurecimiento del sentido de Dios y a la pérdida del sentido del pecado. Esta crisis se resolverá únicamente mediante una clara llamada a los principios que la moral de la Iglesia siempre ha sostenido.
De las brumas de lo inverosímil surgió en la «tierra del sol naciente» un bello jardín, fundado para dar a la Santísima Virgen, no flores de este mundo, sino almas para su Reino.
Skellig Michael: ese es el nombre de una isla del Atlántico que posee una misteriosa presencia del arcángel San Miguel. Su historia se remonta a los tiempos de San Patricio, pero presenta una importante lección para nuestros días.