Hora decisiva de la historia

Al coronar la imagen de la Virgen, habéis firmado el testimonio de una correspondencia filial y constante a su amor. Hicisteis más: os alistasteis como cruzados para la conquista de su Reino, que es el Reino de Dios. Y en esta lucha, no puede haber ni neutros ni indecisos.

Sean como niños

Los tres Reyes Magos no vieron al Niño expulsando a los demonios, ni resucitando a los muertos. Encontraron, por el contrario, a un pequeñín confiado al cuidado de su Madre. Aquel que aún no pronunciaba ni siquiera una palabra, ya enseñaba, así, por el simple hecho de ser visto.

María Santísima: cumbre de los milagros de Dios

En la bula en la que declara el dogma de la Inmaculada Concepción, Pío IX enaltece los incontables privilegios y virtudes de Nuestra Señora, consciente de que nada es suficiente para exaltar a aquella que es superior a toda alabanza humana y angélica.

¿Embajadores de Cristo o del mundo?

Quien al predicar no procura atraer a sus oyentes al conocimiento más completo de Dios se le puede considerar un declamador inútil, pero no un predicador evangélico. Podrá conseguir el aplauso de los estultos, pero no escapará al severísimo juicio de Cristo.

Embajadores de Dios, modelos para los hombres

Nosotros, los seres humanos, deberíamos convertirnos continuamente en ángeles los unos para los otros; ángeles que nos apartan de los caminos equivocados y nos orientan siempre de nuevo hacia Dios.

El Pecado del Siglo

El hombre contemporáneo vive bajo la amenaza de un eclipse de la conciencia, el cual lleva al oscurecimiento del sentido de Dios y a la pérdida del sentido del pecado. Esta crisis se resolverá únicamente mediante una clara llamada a los principios que la moral de la Iglesia siempre ha sostenido.