Un escalón para la devoción a la Virgen
En medio del dolor, Dña. Lucilia encontraba equilibrio para preocuparse más por el estado de salud de su hijo que por ella misma. Era, pues, una bienquerencia sin pretensiones, nada egoísta, realizada más bien en función del amor de Dios.
Educadora eximia, madre extremosa
Elevación y dulzura son dos cualidades que según el concepto moderno se excluyen, pues una persona acostumbrada a lo sublime alejaría de sí a los otros, tendiendo a lo severo. Sin embargo, Dña. Lucilia era un ejemplo de lo contrario.