Después de un mes de participar en un curso de consagración online impartido por los Heraldos del Evangelio, se invitó a los fieles cerca de California a participar en una Santa Misa. La Santa Misa fue en la iglesia de San Vicente de Paúl en Los Angeles, en la que todos se consagraron a Nuestro Señor Jesucristo por las manos de María Santísima.
Además de la Santa Misa, hubó una solemne coronación de la Imagen Peregrina del Inmaculado Corazón de Nuestra Señora de Fátima.
Este piadoso acto de devoción era un símbolo de la consagración como entrega total como esclavos de amor a Nuestro Señor a través de María.