¡Amor sin medida a la Santa Madre Iglesia Católica!
El norte y la brújula de la vida del Dr. Plinio fue la Iglesia Católica. A ella se unió, con ella sufrió y con ella esperó los días de la glorificación.
«En esta empresa, nacida en vuestro noble corazón, no podemos dejar de ver una gracia particular dada a la Iglesia, un acto de la Divina Providencia en vista de las necesidades del mundo contemporáneo. Vos sois de la estirpe de los héroes y de los santos.«
Palabras del Cardenal Franc Rodé, al otorgar la medalla «Pro Ecclesia et Pontifice», el 15 de agosto, 2009.
Belleza
que salvará al mundo.
Belleza
que salvará al mundo.
En las diversas actividades de evangelización, los Heraldos llevan el mensaje del Evangelio a todas las personas, pero especialmente a los jóvenes, tocando sus corazones por medio de la belleza «que salvará al mundo».
Éstas pueden variar desde actividades pastorales, devociones, formación católica hasta música y, sobre todo, esplendor en la liturgia.
¡Amor sin medida a la Santa Madre Iglesia Católica!
El norte y la brújula de la vida del Dr. Plinio fue la Iglesia Católica. A ella se unió, con ella sufrió y con ella esperó los días de la glorificación.
¡Plinio Corrêa de Oliveira está vivo!
El Dr. Plinio pasó toda su existencia anhelando el Reino de María. No obstante, la Providencia quiso llevárselo de esta vida antes de que pudiera comprobar su implantación en la tierra… ¿Habrá fallado la promesa?
¡Amor sin medida a la Santa Madre Iglesia Católica!
El norte y la brújula de la vida del Dr. Plinio fue la Iglesia Católica. A ella se unió, con ella sufrió y con ella esperó los días de la glorificación.
¡Plinio Corrêa de Oliveira está vivo!
El Dr. Plinio pasó toda su existencia anhelando el Reino de María. No obstante, la Providencia quiso llevárselo de esta vida antes de que pudiera comprobar su implantación en la tierra… ¿Habrá fallado la promesa?
Consejos para alcanzar la santidad
Al escribir, hacia 1940, un memorando sobre la vida espiritual, el Dr. Plinio tejió proficuos comentarios que, lejos de ser meras normas abstractas, son el resultado de las experiencias vividas en el fragor de la batallas interiores, rumbo a la santidad.
Con su donación, los Heraldos del Evangelio podrán continuar la misión.
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